Ruptura matrimonial en la vejez.
Es cierto que los divorcios a partir de los 60 son menos comunes, pero pueden darse si la pareja no se encuentra a gusto con respecto a su convivencia en el hogar. Sin embargo esta decisión conlleva unas consecuencias bastante negativas para esta etapa vital, ya que la separación de la pareja puede provocar una pérdida o reducción de relaciones sociales tan importantes para lograr un envejecimiento positivo, así como la reducción del apoyo emocional e instrumental con el que contaba hasta el momento, proporcionado por la pareja en cuestión.
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